Ken Robinson (1950) es un experto internacional en el desarrollo de creatividad, innovación y educación. Fue nombrado en 2003 caballero por la Reina de Inglaterra por sus servicios al Arte y a la Educación. Actualmente reside en EE.UU.
En su conferencia "La escuela mata la creatividad”, habla de cómo la educación que se imparte en las escuelas ahoga la creatividad de los niños.
Las ideas principales que expone Ken Robinson en su conferencia son:
- la necesidad de fomentar la creatividad de los niños, en vez de trabarla o no prestarle la suficiente atención,
- dejar que los niños se hagan y se formen en lo que les gusten, en vez de únicamente en lo que la sociedad crea que va a ser de provecho.
Ante estas propuestas, el conferencista deja entrever varias ideas colaterales que lleven a fomentar y conseguir las anteriores, como son:
- dejar que los niños aprendan equivocándose, pues es el mejor medio de que creen algo original, si siempre intentasen hacer lo correcto, sin equivocación, su creatividad se vería muy limitada,
- ponderar todas las materias de enseñanza con la misma importancia, donde a las matemáticas y a la danza, por ejemplo, se le den el mismo valor educativo,
- la necesidad de modificar los valores de la educación, pues si no tendremos un futuro masificado de profesionales idénticos, por lo que los títulos académicos llegarán a perder toda importancia.
Lo contrario a toda esta teoría que expone Ken Robinson, simplemente es lo que tenemos hoy en día, nuestra educación, es decir, un sistema educativo pensado para crear profesionales según las necesidades sociales, donde las materias educativas imperantes son las que deben conocerse para dichos futuros puestos de trabajos (matemáticas, idiomas,…).
Dicho esto, el tipo de escuela que fundamente lo contrario a esta opinión de Ken Robinson, como ya he dicho antes, es la escuela actual, un sistema educativo fundamentado y creado ante las necesidades de la Revolución Industrial.
Finalizando, he de decir que este señor me trasmite una impresión muy extraña, o ambigua diría yo.
Su forma de hablar es muy clara y sencilla, dice directamente lo que quiere decir, sin adornarlo. Aunque, puede que errónea, me da la impresión de que aún dando un discurso breve, directo, conciso y claro, intenta captar la atención de su público con ciertas bromas, haciendo el tema algo más simpático, como si la importancia del mismo no fuese suficiente.
Y este tipo de bromas y humor, lo contrarresta con una posición casi estática y unos movimientos casi inexistentes, haciendo que el público centre su atención en lo que verdaderamente está diciendo.
Mi impresión visual sobre la conferencia es esta:
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